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La legislación que empuja a Joe Biden a aumentar las sanciones al petróleo crudo iraní está en camino de convertirse en ley esta semana. Pero no esperemos que el presidente utilice plenamente sus nuevos poderes en el corto plazo.
La medida fue aprobada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos durante el fin de semana como respuesta al ataque de Irán contra Israel a principios de este mes. Sobre el papel, al menos, prometen ampliar el alcance de las restricciones a las exportaciones de crudo de Irán ampliando la cobertura a puertos, buques y refinerías extranjeras que a sabiendas participan en el comercio.
Pero los analistas del mercado petrolero dicen que Biden detestará tomar medidas que puedan aumentar el precio del crudo o de la gasolina que los automovilistas estadounidenses compran en el surtidor. Según los expertos en políticas, es probable que el presidente aproveche la autoridad de exención incorporada en las sanciones y evite una aplicación estricta.
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La situación refleja hasta cierto punto la que enfrentó la administración Biden con Rusia y su invasión en Ucrania. Aunque la Casa Blanca ha impuesto sanciones a Rusia, ha tratado de limitar los ingresos del país y al mismo tiempo permitir que sus exportaciones de petróleo sigan fluyendo, para no exprimir los suministros globales y avivar la inflación, una consideración interna vital para el presidente en un año electoral. La administración también permitió que el petróleo venezolano siguiera fluyendo la semana pasada, incluso cuando renovó las sanciones dirigidas al presidente Nicolás Maduro.
“Los comerciantes de petróleo son indiferentes porque saben que Biden ciertamente firmará todas las exenciones que sean necesarias para mantener el flujo de petróleo iraní hacia el mercado, tal como mantiene el flujo de barriles rusos hacia el mercado”, dijo Jim Lucier, director gerente de Capital Alpha Partners.
El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca se negó a comentar sobre las sanciones. La administración todavía está analizando la legislación, pero no se espera ningún impacto en los mercados petroleros antes del otoño, dijo una persona familiarizada con el asunto.
El mercado del petróleo es particularmente sensible en este momento a la posibilidad de que se produzcan mayores restricciones. Los precios del crudo Brent superaron los 92 dólares por barril a principios de abril, su nivel más alto en casi seis meses, en medio de una fuerte demanda global y los continuos recortes de producción por parte de la OPEP y sus aliados.
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Si se implementan y se hacen cumplir, las nuevas sanciones podrían agregar hasta 8,40 dólares a los precios globales, según ClearView Energy Partners, una firma consultora con sede en Washington.
Sería una mala noticia para Biden, quien ya ha recurrido a la Reserva Estratégica de Petróleo del país después de que el costo del combustible nacional se disparara en 2022. Si bien los precios de la gasolina en Estados Unidos todavía están algo lejos de los niveles observados entonces, han avanzado este año, con picos. La temporada de conducción aún está por llegar.
Las últimas sanciones son parte de un paquete de ayuda exterior que el Senado aprobará a finales de esta semana. Incluyen disposiciones para eliminar el uso por parte de China del petróleo iraní sancionado, aclarando efectivamente los poderes que ya existen. Alrededor del 80% de los aproximadamente 1,5 millones de barriles diarios de exportaciones de Irán van a China, para ser procesados por pequeñas refinerías independientes, según un informe del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.
La legislación ampliaría la definición de “transacción financiera significativa” bajo las sanciones estadounidenses existentes para incluir transacciones de cualquier tamaño realizadas entre instituciones financieras chinas e iraníes para comprar petróleo iraní, según un resumen de la legislación elaborado por el Gobierno de Bloomberg.
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Existe un “nuevo elemento de riesgo” de que la medida pueda estar dirigida a puertos, buques y refinerías que participan en el envío, procesamiento y otras transacciones que involucran petróleo crudo iraní, dijo Fernando Ferreira, director de servicios de riesgo geopolítico de Rapidan Energy Group. Sin embargo, también están sujetos a una posible exención, lo que permitirá a Biden hacer exenciones en los casos en que la seguridad nacional se considere una preocupación.
“Es poco probable que apliquen esto con entusiasmo”, dijo Ferreira sobre la administración. “Tal vez veamos una pequeña reducción en las importaciones como un grado de precaución”.
Aún así, las exenciones de sanciones pueden resultar más difíciles de defender para Biden si Irán y sus representantes participan en una agresión más directa hacia Israel.
“Usar las exenciones si Irán continúa con su agresión regional podría ser tan perjudicial políticamente como los altos precios de la gasolina”, dijo Kevin Book, director gerente de ClearView Energy Partners, una firma consultora con sede en Washington.
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