La semana pasada se cumplieron siete años de la firma del Acuerdo de La Habana, suscrito por el Estado colombiano y las FARC. En virtud de lo ahí pactado, más de 13.000 combatientes de esa guerrilla se desmovilizaron. A pesar de que más de 400 de ellos han sido asesinados después de la firma, la enorme mayoría sigue honrando el compromiso de no retomar las armas.
Con el Acuerdo, además, nacieron la JEP y la Comisión de la Verdad, que son, a mi entender, dos ideas venturosas de cómo es posible, si es que es posible, pacificar a una nación como la nuestra que prácticamente ha estado en guerra durante 200 años.
Por Gonzalo Mallarino Flórez
Escritor. Autor de varios libros de poesia y de ocho novelas, de las que hacen parte sus célebres Trilogía Bogotá y Trilogía de las Mujeres. Es frecuente colaborador de importantes periódicos y revistas