El gran pacto nacional en contra de la violencia en la política que propone la FARC

Los jefes del partido FARC en la reunión de ayer con el ministro del Interior, Guillermo Rivera, y otras autoridades. / Archivo particular

Más de diez días lleva suspendida la campaña electoral de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, el movimiento político surgido tras la desmovilización de la guerrilla de las Farc. Las agresiones verbales y físicas contra algunos de sus miembros, el incremento de los asesinatos de líderes sociales y de personas vinculadas a la nueva colectividad, y el incumplimiento del Gobierno en lo que tiene que ver con la entrega de recursos, son las razones para mantener en firme esa decisión.

Y aunque el ministro del Interior, Guillermo Rivera, en una reunión ayer con los dirigentes del partido FARC, afirmó que “para el Gobierno las condiciones están dadas para que reanuden la campaña”, las dudas persisten en los excomandantes desmovilizados. Al menos eso fue lo que dio a entender Rodrigo Londoño, "Timochenko", líder de la nueva colectividad y su candidato presidencial, quien le enumeró a una a una las preocupaciones que le asaltan. 

Por ejemplo, uno de los temas más sensibles abordados fue el del asesinato de uno de los principales líderes sociales de la FARC en Guapi (Cauca), Jesús Orlando Grueso, quien fue acribillado junto a Jonathan Cundumi. Según las informaciones preliminares, los responsables serían miembros del Eln. Fuentes en terreno aseguraron que este líder estaba desempeñando un importante papel en el proceso de sustitución de cultivos ilícitos. En este sentido, la FARC le pidió al llamado Comando Central (Coce) del Eln, que esclarezca la situación.

Otra de las angustias expresadas directamente por Londoño tiene que ver con que a menos de 30 días de terminar la campaña electoral al Congreso, la FARC no han recibido los anticipos que se le dan reciben todos los partidos políticos, mientras las condiciones de seguridad no permiten que hagan campaña en sus zonas de presencia histórica por que han sido ocupadas por nuevos actores violentos. 

“El grado de nuestras preocupaciones ha llegado a tal nivel de hacerme pensar si he obrado con demasiada buena fe en este proceso. Es un hecho público que nos hemos visto obligados a suspender el proselitismo abierto de nuestra campaña ante la ola de acciones violentas que se ha desatado por parte de personeros de la extrema derecha. Nunca creímos que eso sucediera”, le dijo Londoño al ministro Rivera.

Y agregó: “Pero es que no se trata solo de quienes por las redes citan a nuestro linchamiento. Es que ya suman casi medio centenar los guerrilleros reincorporados asesinados por sicarios en diferentes lugares del país. Un hecho vergonzoso para un Estado que ofreció toda clase de garantías, y que se encubre con los más diversos pretextos, en medio de una oleada criminal que suma más de 200 dirigentes sociales y populares cobardemente victimizados desde la firma de los acuerdos de paz. Se nos pide creer mientras la sangre inunda la tierra patria”.

Londoño le recordó al ministro una docena de elementos pactados que han sido transformados por la Corte Constitucional o el Congreso de la República, y que un importante número de instituciones del Estado marchan lentamente en el cumplimiento de los acuerdos. “Por eso acudimos aquí, como estuvimos ya con la Misión de Monitoreo de las Naciones Unidas y los representantes de los países garantes; y como acudiremos a todos los sectores, personalidades y organizaciones que sea necesario, para recabar del Gobierno nacional el apoyo a una convocatoria de todos los partidos, fuerzas, movimientos y organizaciones políticas, sociales, religiosas, femeninas y demás, para converger en un gran pacto nacional en contra de la violencia en la campaña política y en la vida política nacional. Creemos aún que los acuerdos pueden salvarse, queremos ver una actitud firme en ese sentido por parte del gobierno que luchó tantos años por lograrlos”, concluyó.

Además del ministro Rivera y Londoño, en la reunión también estuvieron los voceros de la dirigencia del Consejo Político Nacional (CPN) del partido Farc: "Iván Márquez", "Carlos Antonio Lozada" y Jairo Estrada, así como el comandante de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz, general Álvaro Pico; el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Diego Mora; el coronel Víctor Rojas, jefe de protección de la UNIPEP, y Sebastián Zuleta, delegado de la oficina del alto comisionado para la CSIVI, entre otros.

Al final, las partes se comprometieron a seguir trabajando por generar un ambiente de respeto que garantice transitar por los caminos de la reconciliación, para lo cual convocaron a los diversos sectores políticos, sociales y económicos  del país. La FARC, por su parte, decidirá el próximo martes, en una reunión entre sus dirigentes, si reanuda o no la campaña.