El Magazín Cultural
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Juan David Correa, ministro de Cultura, habla de la crisis en el Museo Nacional

Juan David Correa habló para El Espectador sobre las medidas propuestas para resolver la crisis y mejorar el funcionamiento del Museo Nacional de Colombia y los museos regionales.

Andrea Jaramillo Caro
05 de abril de 2024 - 10:51 p. m.
En un comunicado enviado el 5 de abril de 2024, el Ministerio de Cultura admite su error en la evaluación preliminar del proceso licitatorio que se llevó a cabo este año para el óptimo funcionamiento del Museo Nacional.
En un comunicado enviado el 5 de abril de 2024, el Ministerio de Cultura admite su error en la evaluación preliminar del proceso licitatorio que se llevó a cabo este año para el óptimo funcionamiento del Museo Nacional.

Para aclarar la línea temporal y el desarrollo de los acontecimientos relacionados con el Museo Nacional, algunas fuentes indican que se tenía conocimiento de que la Asociación de Amigos del Museo Nacional se declararía insolvente desde septiembre y que la licitación para la contratación de una nueva empresa se realizó tardíamente. ¿Cómo se desarrolló este tema desde la perspectiva del Ministerio?

Durante el pasado mes de septiembre, poco después de mi llegada, la Asociación de Amigos del Museo Nacional, acompañada por su presidente y junta directiva, encabezada por el Dr. Pacheco de Colpatria, anunció su intención de retirarse de su misión y de su acompañamiento, el cual llevaba más de 15 o 20 años. Este anuncio se llevó a cabo en mi despacho a petición del director del Museo Nacional, William López. Intenté persuadirlos para que continuaran con su trabajo, ya que no consideraba que esta fuera una buena idea. Sin embargo, era evidente que ya habían tomado su decisión, y por lo tanto, debía respetar las decisiones autónomas de estas empresas.

La asociación administrativa del Museo Nacional enfrentaba dificultades para mantenerse, lo que llevó a la necesidad de abrir una nueva convocatoria para operar los recursos del museo, avaluados en 21.117 mil millones de pesos. Esto refleja una tendencia preocupante en Colombia, donde los fondos públicos suelen ser manejados por terceros. Aunque la asociación había cumplido su función, la falta de autonomía en la contratación pública del museo requería un cambio. Se abrió una convocatoria para operar los recursos restantes, alrededor de 14 mil millones de pesos, aunque se reconoce que hubo demoras y falta de previsión en el proceso. Este hecho destaca la necesidad de reformas para evitar crisis similares en el futuro. Asumo la responsabilidad por las consecuencias y pido disculpas a los afectados, mientras se toman medidas para remediar la situación y evitar que el personal sufra las consecuencias.

¿Cómo se gestionaban los recursos de los museos en regiones por parte de la Asociación de Amigos del Museo Nacional, que ahora será la nueva entidad sin ánimo de lucro? Algunas fuentes señalan que se destinará el 70% del presupuesto a los museos regionales y el 30% restante se quedará en Bogotá. ¿Esta información es precisa?

Esa afirmación es incorrecta. No existe una obligación de destinar el 70% de los recursos a las regiones. El presupuesto del Ministerio de las Culturas, incluido el Museo Nacional, sigue una línea de inversión en la que se destina el 70% a territorios excluidos. Sin embargo, estos museos no están ampliamente distribuidos en dichos territorios. Por ejemplo, en Medellín solo hay uno. En total, tenemos alrededor de 10 u 11 museos bajo nuestra gestión, con la mayoría ubicados en Bogotá. La inversión se dirige no solo a los museos, sino también a la misión del Museo Nacional.

Estoy de acuerdo en que el Museo Nacional necesita fortalecer su relación con el territorio y construir una red con otros museos para que los relatos, artistas y comunidades regionales también tengan protagonismo. Es preocupante que los museos regionales estén en una situación de abandono y subordinación. Como ministro, mi objetivo es revitalizar estos procesos para evitar la centralización del conocimiento y el arte.

El presidente nos ha encomendado destinar el 70% del presupuesto del Ministerio a las regiones excluidas. Estos territorios incluyen el Chocó, el litoral pacífico, el Cauca, Nariño, la Amazonía y otros. Sin embargo, esta asignación no se limita exclusivamente a los museos, sino que abarca diversos programas y estrategias de inversión cultural. Respecto a los recursos asignados a los museos regionales, por ejemplo los seis mencionados, la inversión total sería de aproximadamente 1.316 millones de pesos, lo que equivale a unos 180 millones de pesos por museo al año. Aunque esta cantidad parece considerable, es importante reconocer que sigue siendo insuficiente. Es necesario abrir un diálogo con los departamentos y las ciudades para fortalecer estos museos. La responsabilidad de la inversión cultural no puede recaer únicamente en el Ministerio, sino que requiere una colaboración regional y local para garantizar su éxito y sostenibilidad.

¿Cuáles son los reportes que el Ministerio ha recibido sobre el estado actual de estos museos? Hay declaraciones de que el Museo Antón García no está funcionando adecuadamente, o incluso que opera con una sola persona. ¿Podría usted compartir los informes que han llegado al respecto?

Es evidente que la situación es precaria. Los museos están cerrados debido a su dependencia de contratistas, lo que resulta en demoras de hasta dos meses en la renovación de los contratos y, por ende, en el cierre de las instituciones. Este es un patrón triste que ha persistido en el país. Imagina la situación: museos sin directores designados oficialmente. Esto significa que dependen de individuos que los abren de manera intermitente, o de bibliotecarios públicos que no han sido reconocidos como funcionarios públicos por los departamentos respectivos. ¿Qué garantía tenemos de que los museos se abrirán?

La realidad es que, si un contratista no está siendo remunerado o no tiene un contrato formal, no puede acceder para abrir el museo, incluso, si es un periodista colaborando con el gobierno. Esta situación es alarmante y precisa ser corregida urgentemente. Dentro de mi plan de regionalización del Ministerio, incluyo el nombramiento de directores para estos museos, ya que es crucial contar con equipos y estructuras mínimas para asegurar su funcionamiento adecuado. De lo contrario, la gestión se ve comprometida y los museos se convierten en lugares que solo abren ocasionalmente bajo la dirección de gestores con buena voluntad pero sin estabilidad laboral. Este escenario refleja el drama de la cultura en Colombia, especialmente en el ámbito municipal y regional, que a menudo es subestimado en comparación con las grandes ideas de las ciudades. Esta situación es la que el Ministerio busca revertir y reconstruir.

Estamos dedicando esfuerzos para fortalecer otros museos comunitarios. Este año, hemos brindado apoyo al Museo Montuvantú de Quibdó, que recomiendo visitar, ya que narra la historia de la Afrodiáspora en esa región. Además, hemos fortalecido el Museo Gastronómico de Quibdó en el barrio El Paraíso. Durante mi visita al museo en Armero, Tolima, esta semana, discutimos la creación de un museo del tamal. Asimismo, estamos trabajando en la construcción de un museo arqueológico para Tumaco, que alberga una impresionante colección de la cultura Tumaco-La Tolita. Nuestra visión es seguir creando más museos, a veces concebidos como espacios vivos, como el proyecto que planeamos para las ruinas de Armero, donde imaginamos un museo al aire libre. Queremos enviar un mensaje a los artistas de que deben apropiarse del territorio y mostrarles que los recursos públicos pueden y deben utilizarse de manera eficiente. Para lograr esto, es fundamental contar con administraciones sólidas y estructuras bien establecidas.

No podemos seguir operando con la lógica actual, donde los primeros tres meses del año se destinan simplemente a empezar a funcionar, dejando a la gente en una situación desesperada. Personalmente, entiendo el dolor y las dificultades que conlleva vivir sin contrato durante meses, ya que también he sido contratista en el pasado. Esta situación es muy difícil para cualquier trabajador del sector cultural en nuestro país.

Según información de fuentes que solicitaron permanecer anónimas, inicialmente la Fundación Arteria fue la ganadora de la primera licitación, pero luego Corpoelite presentó una objeción que llevó a la revisión de esta adjudicación, revelando un error en el proceso. ¿Usted podría aclarar el asunto de las adjudicaciones de la licitación realizada en marzo?

Tienes razón en señalar que se produjo un error en la calificación del proceso de adjudicación. Afortunadamente, este error fue identificado y corregido oportunamente. Este incidente contribuyó a la crisis administrativa del museo, pero tomamos medidas para rectificarlo. Publicamos la enmienda, volvimos a realizar el proceso y actualizamos la calificación en el SECOP. Estos procesos se llevan a cabo de manera transparente para permitir que los proponentes puedan presentar reclamaciones y que las calificaciones se realicen conforme a la ley.

Reconozco que esta situación es parte de los desafíos que estamos trabajando para solucionar. Como responsable del Museo Nacional, asumo la responsabilidad directa de resolver estos problemas. La nueva persona que designé para dirigir el museo, la artista Liliana Angulo, fue nombrada por mí, y asumo la responsabilidad de su gestión. Quiero reiterar que no ha habido retrasos en la toma decisiones frente a las crisis, y estoy aquí dispuesto a responder todas sus preguntas.

Hay una denuncia pública que se centra en una serie de acciones y decisiones tomadas por exdirector del Museo Nacional William López. Se menciona que se adjudicaron injustificadamente becas de investigación para estudiantes de museología, el Premio Nacional de Museos y los proyectos en desarrollo, como el del Museo del Archipiélago. ¿Usted está al tanto de esta denuncia?

Recibí la denuncia ayer y estoy al tanto de su contenido. La leí y respondí a las personas que me la enviaron, invitándolas a reunirse en mi despacho. Lamentablemente, aún persiste el hábito de presentar denuncias de forma anónima en nuestro país, lo cual refleja el miedo y la desconfianza hacia las instituciones. Sin embargo, creo que es importante dejar de alimentar rumores infundados con denuncias anónimas. Respondí a esta organización anónima con copia al sindicato del Ministerio, al cual también pertenezco, expresando mi disposición a discutir estas denuncias en persona. Algunas de las denuncias planteadas son de naturaleza discutible. Por ejemplo, los enfoques sobre líneas teóricas específicas pueden ser motivo de debate académico, pero no necesariamente indican irregularidades administrativas o corrupción. Estoy interesado en revisar y discutir las denuncias más concretas. Por ejemplo, el asunto relacionado con el Museo Archipiélago es más una cuestión teórica que administrativa.

Personalmente, no comparto esa idea y creo que el Museo Nacional necesita un enfoque más fuerte en la acción y la administración en este momento. Aunque pueda haber discrepancias en los énfasis teóricos, no soy una persona dictatorial y respeto las diversas opiniones y enfoques dentro de las entidades adscritas al Ministerio de Cultura. Las líneas teóricas que se implementarán en el Museo Nacional fueron discutidas y acordadas conmigo, y aunque puedo no estar de acuerdo con todos los énfasis, considero que es importante respetar el trabajo previo y no cambiar abruptamente el rumbo. Esta crisis en el Museo Nacional se ha desencadenado en un corto período de tiempo, pero estoy tomando medidas necesarias para abordarla de manera adecuada.

¿Cuál es la expectativa que tienen desde el Ministerio de Cultura para la resolución de esta crisis y para el funcionamiento del Museo Nacional en Bogotá y los museos en las regiones?

Primero, es necesario que el Museo Nacional y la Biblioteca Nacional de Colombia dejen de operar este año bajo la administración centralizada del Ministerio de Cultura. Ambas instituciones históricas merecen autonomía administrativa y de ejecución, similar a la que poseen el ICAHN, el Archivo General de la Nación y el Instituto Caro y Cuervo.

Esta medida se implementará aproximadamente en septiembre u octubre, junto con un fortalecimiento institucional que incluye la creación de nuevos cargos; segundo, es necesario designar directores o directoras con estructuras de funcionamiento adecuadas para los museos regionales y los museos adscritos al Museo Nacional en Bogotá; tercero, se debe aumentar el presupuesto destinado a estos museos, y me comprometo a hacerlo; cuarto, se debe establecer una red sólida de museos privados y comunitarios que colaboren estrechamente con el Museo Nacional.; quinto, el Museo Nacional debe lanzar una convocatoria para los artistas plásticos contemporáneos de Colombia, con el objetivo de destacar su trabajo de los últimos 40 años. Las artes plásticas han sido un medio crucial para expresar el conflicto y el dolor vivido en el país, y es fundamental reivindicar el papel de los artistas colombianos; sexto, la administración del Museo Nacional adjudicará la próxima semana un convenio de asociación por 14 mil millones de pesos para resolver la crisis actual y contratar nuevo personal.

Mi compromiso es estructurar un Ministerio de las Culturas que garantice la estabilidad laboral y organizativa para los trabajadores culturales, evitando que situaciones como esta se repitan en el futuro.

Andrea Jaramillo Caro

Por Andrea Jaramillo Caro

Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com

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DONALDO(67774)05 de abril de 2024 - 11:31 p. m.
Este Ministerio ni se ve ni se siente. Sería bueno que mostrara su gestión, un poco de propaganda no hace daño.
  • ricardo(22449)06 de abril de 2024 - 01:20 p. m.
    Si, hace propaganda y despué lo denuncian por malgastar el recurso publico, .......
samuel(77552)06 de abril de 2024 - 12:32 a. m.
No solo en Chocó, en Barranquilla y el Dpto. del Atlántico no hay un solo museo activo. Solo se cuenta con el museo del carnaval y museo mapuka de Uninorte. Lo demás está cerrado o inconcluso. Por favor!! no nos abandonen.
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